18 de agosto de 2019

A un año de tu partida...

¿Cómo comenzar? ¿Cómo expresar este cúmulo de sentimientos? No lo sé. Esta contradicción, esta paradoja que no hace mas que confirmar la dualidad de la vida. Por un lado, el festejo en honor a mi señora madre debido a su cumpleaños; por el otro, el adiós de este mundo que Cidroq (aka borrego) nos dijo precisamente hace un año cuando lo esperábamos para festejar a mi mamá.

Es difícil. Si lo es para mí no quiero ni imaginar lo que mi mamá va a sentir cada uno de los años que le resten aquí con nosotros. ¿Cómo festejar ese año nuevo de vida que comienza pero ya faltándole uno de sus dos hijos? Y lo hizo. Mostró su dolor y su melancolía por ese pedazo de su alma que se le fue, pero a su vez, estuvo fuerte y acompañada por su familia, por sus nietas (las patronas del cuchitril) y por mi cuñada que ha demostrado una fuerza de voluntad y valor digna de todos mis respetos. Amo a mi madre dicho sea de paso.

Pero en esta ocasión estoy aquí escribiendo, después de casi un año, para decirte Cid que te extraño. Que no hay un día que pase sin que me acuerde de ti. Sin que te mencione. Sin que recuerde alguna de las tantas travesuras, andanzas, paseos y alguna que otra borrachera (mea culpa por cierto) que tuve la oportunidad de compartir contigo. Tus niñas te recuerdan de igual manera. Xóchitl la patrona mayor no deja de hacerme preguntas sobre ti, las cuales con todo gusto, cariño y melancolía le contesto y aderezo para que siga recordando a su papi como siempre te dijo. Sigue preguntando si tu tenias más barba que yo, aunque casi cada 15 días le digo que no, que tú tenias barba de convento... 

Isabela ya va al kínder. Le costó, borrego, pero ya está en la escuela también para comenzar su formación en esta vida. Solo tengo una queja, le gusta bailar. Y ya le dije que la voy a mandar a un convento, como habíamos quedado. Pero es una niña llena de energía y desgraciadamente para ella muy parecida a mí. Aleguiche, rezongona, no le gusta perder y hasta físicamente en algunos rasgos y ademanes míos jaja. 


Cidroq, nuestra madre, yo y Xóchitl

Échales un ojo desde donde estés. Nosotros seguiremos siendo un apoyo para ellas por siempre, pero necesitan de tu cuidado. Nos las dejaste para acordarnos que solo te dijimos adiós de una manera temporal y que en algún momento estaremos contigo. Porque al menos yo te buscaré para seguir platicando, haciendo planes, recordando momentos de la infancia y juventud con los primos. 

Te extraño. No me canso de repetirlo y de decirlo. Te fuiste muy rápido pero en mi mente estarás siempre, hasta que yo también parta y pueda encontrarte. Ese será un momento glorioso para mi. Mientras tanto aquí seguiré honrándote y queriéndote como siempre y como sé que tú a mi también.